Además de la incorporación de vegetación y plantas de interior, las características arquitectónicas e incluso los pavimentos, los equipamientos y los accesorios de diseño pueden jugar con esta noción biofílica. El uso de materiales naturales como la madera, el acceso a abundante luz natural y las vistas a jardines contribuyen a crear una sensación de unión con la naturaleza y con el mundo en general.
Cuando las circunstancias no se prestan fácilmente a la inclusión de dichas características naturales, los diseñadores deben ser creativos e ir más allá para encontrar soluciones. Un régimen de limpieza riguroso, por ejemplo, puede limitar la elección de los materiales, o una ubicación céntrica en la ciudad puede excluir la posibilidad de contar con vistas verdes. No obstante, aunque podría decirse que no es lo mismo que una ventana con vistas directas a los prados, el arte cuidadosamente seleccionado que representa paisajes naturales también puede evocar una sensación de calma similar. Del mismo modo que los pavimentos en madera pueden imitar fielmente a los reales.