Las tendencias y los cambios de mentalidad inspiraron al equipo de Forbo Design para desarrollar una Carta de Colores Global. En lugar de definir gamas de colores por segmentos, el equipo analizó las distintas dinámicas que tienen lugar dentro de un edificio. El marco de la Carta de Colores Global representa el diálogo entre los colores seleccionados y la forma en que se agrupan para establecer el tono, más que el color individual. Como es la expresión global de los colores seleccionados la que representa la atmósfera definida, los colores individuales pueden actualizarse fácilmente cuando sea necesario, manteniendo intacta la sensación total.
Se identificaron los siguientes temas: Recibir, Moverse, Conectar, Concentrarse y Recargar. Cada tema hace referencia a las distintas identidades que puede tener un espacio. Expresan un estado particular de una persona o una actividad que tiene lugar en el edificio.
El tema Recibir describe el escenario de una persona que entra en un edificio, haciendo una transición del exterior al interior. Un espacio en el que uno debe sentirse bienvenido y que sea accesible y transparente, ya que la primera impresión es clave.
Esta es la zona del edificio que debe representar claramente el "sentir" de la marca y satisfacer las expectativas del cliente para que se sienta cómodo y como en casa. Una gama de colores naturales y neutros podría servir de base para crear un ambiente cálido y acogedor.
Moverse representa el avance hacia el destino y los usos por los que alguien se encuentra en un edificio. Ir de A a B, por ejemplo, del mostrador de recepción a la persona con la que se quiere reunir o la transición entre departamentos.
La orientación es prioritaria, por lo que estas zonas deben ser claramente legibles y ofrecer orientación incluso cuando uno está estresado. El espacio debe ser legible y ayudar a orientarse.
La dinámica de un espacio para conectarse indica las zonas en las que se conectará con otras personas dentro de un edificio, como espacios públicos abiertos para interacciones espontáneas o espacios semiabiertos para diálogos o tormentas de ideas. Estas zonas permiten estimular la energía extrovertida o dar un respiro al cerebro.
Aquí, los colores y materiales pueden ser más complicados, como las combinaciones de colores en capas con combinaciones inesperadas, para despertar el interés y la curiosidad e inspirar pensamientos.
El tema de concentrarse se centra en el individuo y en evitar distracciones inoportunas.
Se trata de espacios aislados para la intimidad y la concentración, y mientras se está concentrado, la gente necesita un ambiente tranquilo. Por ello, la paleta de colores en esta parte del edificio debe ser sutil y tranquila.
Recargarse está relacionado con la atención plena y describe entornos relajados en los que las personas pueden retirarse y ser ellas mismas.
Esta zona del edificio debe reflejar un ambiente hogareño, que permita a la gente refrescarse y recargarse y que permita un sentimiento de propiedad temporal. Deben utilizarse tonos claros y frescos para animar a la gente a descansar, respirar y evadirse.
